Nostalgias del Pasado: El Ferrocarril Astillero-Ontaneda
La Compañía del Ferrocarril Astillero-Ontaneda, se constituye el 12 de marzo de La
Genito Alonso. 8 de mayo de 2011
La Compañía del Ferrocarril Astillero-Ontaneda, se constituye el 12 de marzo de 1898, con el objetivo de fomentar el desarrollo industrial de las zonas que atravesaba, y para el transporte de minerales de yacimientos cercanos, así como de los visitantes que llegaban a los Balnearios de Puente Viesgo, Alceda y Ontaneda.
El 9 de Julio de 1902, emprende el tren su andadura, inicialmente entre El Astillero y Santander. Posteriormente, se prolongo para dar cobertura a todo el pasillo minero: Liaño, La Concha, Obregón, Sobarzo, Penagos, llegando a Sarón. Mas tarde y siguiendo la traza paralela al Río Pisueña, y cerca de Puente Viesgo se adentraba por el Valle del Río Pas. Continuaba por la margen derecha hasta pasar por Santiurde, y por un puente metálico de dos tramos y 90 m. de longitud (Puente de la Esperanza), que cruzaba el río Pas, cerca de San Vicente, para finalizar en Alceda-Ontaneda.
La llegada del ferrocarril supuso una transformación enorme en la vida de los vecinos que contemplaban atónitos el paso de las maquinan y convoyes a lo largo del recorrido Las primeras maquinas, eran conocidas como «Las yanquis», pues habían sido fabricadas en Estados Unidos, por la casa Baldwin Locomotive Works. Su duración en la línea fue breve, por problemas de tamaño. Fueron substituidas en 1906 por tres maquinas belgas «Saint Leonard» y bautizadas con los nombres de Sarón, Puente Viesgo y Ontaneda.
Pero las maquinas que sin duda marcaron la época dorada del ferrocarril, fueron las construidas por la MAQUINISTA TERRESTRE Y MARITIMA de Barcelona entre 1928 y 1929 y llamadas «la Villaescusa», «La Penagos», «La Cayón» y la ultima «La Toranzo(1)» Quien no recuerda las estrofas de la canción montañesa.
Cuando la maquina pita
Por el alto de Ontaneda
Dicen los trabajadores
Ahí viene la Balastrera.
Por el alto de Ontaneda
Dicen los trabajadores
Ahí viene la Balastrera.
Ahí viene la Balastrera
La que arrastra los vagones
La que carga con la piedra
Para los trabajadores.
La que arrastra los vagones
La que carga con la piedra
Para los trabajadores.
Fueron cuarenta años de historias de sus usuarios; de maquinistas como Ramón Perlacia, Aureliano Fernández, Francisco Veloqui, de revisores como Cuesta y Conde, que arriesgaban su vida pasando de vagón en vagón por los estribos, para picar los billetes.
Las estaciones eran entonces punto de reunión, lugar de control de viajeros, mercancías y paquetes. Alberto Billar en Ontaneda o Jesús «El Jefe» en puente Viesgo, los dos jefes de estación, eran referencia obligada en la vida de los pueblos. Un vaso de vino y una tapa en la cantina de «Julio el de la estación» (posiblemente el mejor cocinero de aquella época), mientra se esperaba la llegada de «La Trena», son nostálgicos recuerdos que nunca se olvidarán.
Bibliografía y Fotografía
- Fotografía puente de hierro de Genito Alonso, colección particular
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