Descripción:
Se trata de una obra de carácter psicológico y coral, sobre el influjo del contexto socio-familiar y la predisposición a caer en relaciones tóxicas, a través de la historia de una joven que revive en primera persona lo que sufrieron dos mujeres de su propia sangre de generaciones precedentes.
En el desarrollo argumental de El gato que ladra se nos aproxima a la mezcla de diversos géneros en los cuales se introducen temas tan de nuestro tiempo como son la indagación en el pasado personal, la presencia de la violencia de género, la dispersión anímica y el secuestro emocional, junto a la suma de referencias cultistas, las contradicciones omnipresentes en el lenguaje, el uso del refranero, de los dichos populares, del argot juvenil, y, cómo no, la recreación de un ambiente perteneciente a una generación ubicada en el todavía reciente ochentismo finisecular que bien pudiera haber sido la de la propia autora de la novela, al enmarcarla en un periodo de transición desde las vivencias del cambio generacional sufrido por un mundo socio-político, cultural y, por lo tanto, también afectivo, de los sentimientos, obligado al aprendizaje a vivir y convivir en un medio social aún marcado por el largo lapso dictatorial anterior, tratando de localizar sus propias señas de identidad en un medio que, a menudo, propicia la posibilidad del naufragio individual y colectivo.
Esta novela tenía previsto presentarse en abril de 2020, pero debido al COVID-19, tuvo que retrasarse.